Por qué Whatsapp no debe sustituir al correo electrónico en entornos corporativos.
Whatsapp es la aplicación de mensajería instantánea más popular a nivel mundial con más de 1,550 millones de usuarios en 2019.
El ser la aplicación más descargada a nivel mundial la convierte en el principal blanco para ataques de suplantación, ya que en caso de que prospere el ataque, la distribución del mismo está garantizada y el impacto sería muy alto.
Al tenerlo instalado en el teléfono, y llevarlo siempre contigo, las personas que te envían mensajes sienten que la respuesta por esta vía será inmediata, no tan lenta como podría ser en un correo electrónico. Aunque esto implique ciertos riesgos de seguridad.
En Whatsapp tu información corporativa compite en atención con el grupo de padres de la escuela de tus hijos, los mensajes del fontanero preguntando a qué hora puede pasar por tu casa, las burlas de tus amigos por la derrota de tu equipo de fútbol, los grupos de ex alumnos de primaria, secundaria, universidad todos compitiendo por atención inmediata, el caos puede llegar a ser total.
Al ser pensado como una aplicación de tipo personal y no laboral, ni la privacidad ni la confidencialidad de nuestras conversaciones están garantizadas. Todas nuestras conversaciones y archivos transmitidos van a parar a los servidores de Facebook, empresa propietaria de Whatsapp.
Facebook ha tenido múltiples escándalos de violación de la privacidad, el 98.5% de sus ingresos provienen de la venta de publicidad, y se amparan diciendo que analizan y clasifican toda la información que pasa por sus servidores, para poder proporcionar a sus usuarios cada vez más y mejor información. Aunque casos como el de Cambridge Analytica donde utilizaron la información de más de 87 millones de usuarios, indican que se usan para algo más que publicidad.
En Whatsapp no quedara una evidencia tangible sobre las comunicaciones corporativas, que pueda ser difícilmente refutada en un juicio o en caso de una reclamación. Se volverá complicado mostrar que un cliente nos dio una instrucción mediante Whatsapp, o que dimos una instrucción a un colaborador por la misma vía, sin embargo en los entornos corporativos puedes mostrar un correo electrónico de hace 10 años con un acuerdo y el mismo se respetara, y veo prácticamente imposible que podamos rastrear un mensaje de WhatsApp de hace un año.
Cuando un cliente te pide que le mandes por correo electrónico una cotización o una postura respecto a algún tema, de inmediato nuestro cerebro lo considera algo importante, formal, que quedara plasmado para la historia. El caso contrario es WhatsApp, que se usa para tantas actividades de índole personal y la mayoría de las veces de temas intrascendentes, que los usuarios sienten que cualquier cosa recibida por esa vía puede ser compartida sin problemas a cualquiera.
Es 4 veces más probable que te roben o extravíes el teléfono celular a perder una computadora portátil.
Empresas como la alemana Continental, Bancos, Líneas Aéreas han anulado la instalación de Whatsapp en más de 10 millones de dispositivos a nivel mundial para su comunicación corporativa debido a los grandes riesgos de seguridad, poca privacidad y rastreabilidad, además de que esta aplicación abre la puerta a que los trabajadores se distraigan en horas laborales.
Whatsapp Web, es un problema aun mayor, el teléfono celular es mucho más vulnerable a virus, ataques de malware, que las computadoras corporativas.
Al momento de hacer el vínculo entre el celular y la pc estamos abriendo una puerta a que todas las aplicaciones nocivas que podrías tener en tu teléfono se transmitan a la computadora y pudieran afectar la red corporativa completa.
No siempre lo inmediato es lo mejor, desde el punto de vista de continuidad del negocio, lo más recomendable es usar WhatsApp solo en el dispositivo móvil y para cosas de poca trascendencia y la información corporativa transmitirla por canales más seguros.